Es un tratamiento rejuvenecedor que reduce las arrugas, cicatrices e imperfecciones de la piel y mejora su calidad y textura. Se envía a la piel impulsos de luz cortos y concentrados que eliminan su capa más externa, calentando al mismo tiempo la porción de piel de por debajo, lo que estimula la formación de colágeno.
Este procedimiento se basa en la utilización de impulsos de luz específicos que, al entrar en contacto con la capa externa de la piel, se convierte en calor. Este calor produce una respuesta controlada en las capas más profundas de la piel, estimulando de forma natural la producción de colágeno y elastina. Este proceso de autogeneración permite que la piel recupere su apariencia más joven, homogénea y luminosa, devolviendo la elasticidad y firmeza perdida, y ayudando a reducir las arrugas y líneas de expresión.
Podremos observar mejoría en el rostro después de 1 semana y continuará mejorando con el paso de los días, aun así puede que se necesita alguna sesión de mantenimiento. De igual forma, la duración variará dependiendo de la persona, de su edad, tipo de piel y estilo de vida.
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